dimecres, 15 de gener del 2020

NUEVO CURSO



NUEVO CURSO
La Semana Santa de Tarragona despierta de su letargo a partir de Reyes. Ahora es cuando la maquinaria de las distintas cofradías  emprende su rodaje hasta principios de Abril.
Como aperitivo La tenemos un jugoso debate. El pasado 27 de Diciembre apareció en el Diari de Tarragona la noticia “Polémica y cambios en la procesión del Santo Entierro”. Unas cofradías son partidarias de un recorte de la procesión prescindiendo de su recorrido por la La Rambla. La Sang, como organizadora, propone seguir con la actual situación alegando el sentido emblemático de la citada vía urbana y los inconvenientes de las supuestas alternativas. Las consideraciones de unos y otros tienen sus fundamentos y raciocinios.
Pero con la polémica y el debate suscitado se soslaya el verdadero problema de fondo de mayor envergadura y complejidad. Hay otras calles semivacías (Sant Pau, en la part alta) y lo cierto es que  a partir de ciertas horas la gente abandona otros trayectos. La Rambla no es la única cuestión a resolver. Es como colocar un apósito a una enfermedad, sin llegar a curarla. La procesión del Santo Entierro ha sido el santo y seña de nuestra Semana Santa durante toda su historia. Estamos de acuerdo en que los últimos años está perdiendo esta impronta, dando la sensación de un cierto declive, visible a todas luces. Esto merece  un amplio análisis o diagnóstico sin quedarse solamente en una parte de la cuestión. El tema es complejo y merece un análisis más profundo.
Sin que el orden de exposición indique mayor o menor importancia, tenemos los siguientes aspectos a considerar:

Itinerario. Objetivo del reciente debate. El actual recorrido lleva realizándose desde finales S.XIX. En el citado artículo del Diari se apunta a un desvío desde la bajada de Misericordia hacía la plaza dels Sedassos, seguir por Sant Domenech, entrando en la pl. de la Font por delante del Ayuntamiento. Para ello se precisa de una rampa provisional o definitiva. ¿Estaría dispuesta la corporación municipal a realizarla? Tampoco se vislumbran otras alternativas demasiado convincentes o factibles.

Televisión. Supone comodidad frente al inconveniente de estar en la calle. Como su resultado final es positivo y beneficioso. Nada que objetar. Es una buena oportunidad para las personas mayores.

Larga duración. Tres horas de procesión con 19 pasos no repetitivos se puede considerar normal. En muchos lugares esperan las mismas horas para ver desfilar dos o lo sumo tres pasos. Quizás pecamos de exigentes. No obstante algunas medidas se están tomando para aligerar su transcurrir.

Lentitud. Los portantes de los pasos a hombros precisan de momentos de descanso. Determinadas cofradías cuentan con portantes veteranos cuyo recorrido se les hace pesado. . En ciertos lugares se ha recurrido a una permuta de costaleros El relevo supone dos aspectos. a) El propiamente generacional con la entrada gente más joven. b) Disponer de personas suficientes para realizar un cambio, por ejemplo, a mitad recorrido. Esto significa ampliar la “plantilla”. Por lo tanto requiere un esfuerzo de buena y eficaz labor de captación de voluntarios por parte de  las cofradías afectadas mediante  campañas de motivación y llamamiento. Además del tradicional contacto personal de amigos y compañeros.

Horario. Adelantar su salida puede ser una opción sobre todo para los espectadores foráneos. Cuestión a probar. El efecto nocturnidad no es vital. Hay procesiones diurnas en otras partes.

Las sillas son necesarias. Cabría la posibilidad de permitir la libre la ocupación solicitando una aportación voluntaria. Se puede tener la sorpresa de tener una recaudación superior al pago obligatorio. Otra opción es conseguir un patrocinador.

Implicación de la sociedad tarraconense tanto sentimentalmente como físicamente. Cuando se dice sociedad, son: instituciones oficiales y privadas, barrios, familias, colegios, entidades religiosas, parroquias, juventud, castells, etc. Las cofradías deben hacer algo en buscar este acercamiento e integración. No pueden subsistir aisladas de su entorno. Es muy importante una mayor implicación social. Tradicionalmente la mayor parte de espectadores han sido los propios tarraconenses a los cuáles se debe intentar recuperar.

Promoción externa. Actualmente el espectador foráneo es muy importante y se promociona activamente su presencia en las localidades de conocidas semanas santas. Me dicen que en los hoteles de Salou no tienen publicidad o conocimiento de los actos de nuestra Semana Santa. En tiempos del antiguo Sindicato de Iniciativa, Barcelona, era un objetivo promocional. Ahora ignoro si se realiza alguna acción en este sentido.

Historial de tradición. La procesión del S.E. tiene más de cinco siglos de historia siendo  el acontecimiento de más antigüedad de Tarragona.  Aunque tiene un origen privado y religioso, las instituciones públicas también deben involucrarse en la misma. Hoy en día, la Semana Santa es un acontecimiento socialmente transversal.  Así lo entienden la mayoría de equipos de gobiernos de poblaciones de signo político opuestos que colaboran, miman y protegen sus actos. La inhibición o falta de interés solo puede perjudicar el buen nombre y el prestigio de la ciudad, en general.

Funcionar en equipo. La Sang es la organizadora, pero el resto de cofradías no deben desentenderse de los problemas que acarrea el buen funcionamiento de la procesión. La buena o mala imagen de la misma es la de todos los que en menor o mayor medida participan y quieren nuestra Semana Santa. Además el principal objetivo de una cofradía debería ser, entre otras las actividades, dedicar todo tipo de recursos y esfuerzos a dar mayor lustre a su presencia en la procesión del S.E: cuidando el paso, el acompañamiento musical, procurando el relevo de portantes, propiciando la participación en la fila, principalmente, cubiertos, orden y vestimenta, etc.

La indiferencia del personal situado en locales de hostelería del recorrido no se puede evitar. Tal como están las cosas me figuro que  es un asunto presente en todas partes. Solo se precisa pedir respeto, educación y no intromisión en el desarrollo de la procesión. Es tema al margen de la organización y cofradías
Si reconocemos un detrimento de expectación y deslizamiento cuesta abajo de nuestra procesión lo lógico es buscar soluciones y revulsivos para revitalizarla. No será fácil y exigirá un esfuerzo y una gran dosis de buena voluntad de quienes aman la Semana Santa de Tarragona. Involucrados estamos todos, no solo unas determinadas personas. Al final todo es cuestión de tener claro si aplicamos una simple cura de urgencia o se acomete con profundidad una enfermedad de mayor calado.

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*Enllaç al article del Diari de Tarragona “Polémica y cambios en la procesión del Santo Entierro”.