Ya
estamos a las puertas de la Semana Santa 2015 que, como suele ser habitual en
Tarragona, inicia sus preparativos en el mes de Enero y Febrero. Hemos dejado
el año 2014 con la novedosa satisfacción de poder contemplar una buena parte de
nuestra imaginería en el templo de Sant Agustí, a una determinada hora del día.
Esto constituye una excelente oportunidad para dar a conocer el patrimonio artístico
de nuestra Semana Santa. Su privilegiada ubicación, en un punto neurálgico de
transito de visitantes, permitirá, en un futuro, entrar en el circuito habitual
de visitas a lugares interesantes de la ciudad. Actualmente se cubre un primer
objetivo como es el de una correcta colocación y conservación.
Por
desgracia nuestras iglesias no suelen ser refugio de imágenes de la Semana
Santa con posibilidades de ser objeto de devoción y culto durante todo el año
como ocurre en otros lugares. Existen otros templos que resguardan pasos solamente visibles en puntuales ocasiones al
permanecer cerrados la mayor parte del tiempo. Por lo tanto, se subsana una
cierta carencia en una faceta un tanto olvidada de nuestro patrimonio
ciudadano.
El
almacenamiento, una vez finalizada la procesión del Santo Entierro, de estos misteris en lugares inapropiados
expuestos a cambios de temperatura, humedades, polvo y otras incidencias
negativas producía desazón y tristeza. Daba la sensación de olvido y desprecio
a un significativo legado artístico de nuestra ciudad. Los pasos de Semana
Santa son la esencia primordial e innegable de la misma. En ocasiones, las
Cofradías parecen olvidarlo dando más importancia y destinando sus limitados
recursos económicos a otras cuestiones marginales y no precisamente genuinas. Pero
esto es otra cuestión…
El pas del Sant Sopar és observat per visitants a Sant Agustí . Foto N.D. |
Sant
Agustí constituye como un maná llovido del cielo. Después de algunas propuestas
un tanto idílicas y utópicas se ha logrado disponer de un recinto ideal para albergar nuestros, hasta hace poco
tiempo, dispersos y ocultos misteris. Cumple dos objetivos básicos: CONSERVAR y MOSTRAR. Tanto el templo
como los pasos se realzan, revalorizan y enriquecen mutuamente. Y esto, desde
una perspectiva objetiva, tradicional y cultural, es tan importante como lo es
tener locales destinados a otros elementos tradicionales tarraconenses recogidos
en un museo apropiado (gigantes, cabezudos, águilas, mula, dragones…). Estamos
ante otro valioso patrimonio de la ciudad con independencia de creencias religiosas
o preferencias personales. Después de todo es justo expresar un reconocimiento
y agradecimiento a las personas que han llevado a buen término esta positiva
iniciativa tan beneficiosa para nuestra Semana Santa en general y para las
cofradías que pueden disfrutar del citado cobijo, en particular.
Pero
además representa un valor añadido ya que cabe la posibilidad de lograr otra
vertiente pedagógica e informativa como es la de facilitar y ampliar un conocimiento,
explicación y comprensión de la Pasión de Cristo, a través de las imágenes
expuestas a nuestros niños en el caso que, en un futuro, se organicen vistas de
colegiales.
Pero
dentro de esta lógica satisfacción aparece un atisbo de preocupación. Hace unas
semanas estaba disfrutando de la citada muestra cuando, de pronto, me asaltó
una razonable duda. ¿Qué sucedería si hubiera necesidad de evacuar rápidamente
los pasos ante una emergencia, por ejemplo, de incendio? Alrededor de las siete
horas de la tarde se podía observar unos coches aparcados delante de la misma
puerta. Esta circunstancia impediría una precipitada SALIDA de los mismos.
Después vendría el tema de CÓMO se retirarían. Los de ruedas sería menos
problemáticos. Ocasionalmente podrían ser empujados por cualquiera de los
presentes. Cosa prácticamente imposible para los pasos cargados a hombros. En
estos momentos solamente l’Oració a l’Hort i Ecce-Homo cuentan con ruedas supletorias que permitirían un traslado semejante a los de
ruedas. Posteriormente surgieron otras facetas relacionados con el citado
RIESGO. De que manera se facilitaría la entrada y actuación de los servicios de
bomberos. Es decir: Personas que disponen de llaves y su posible localización. Personal de cofradías directamente afectadas a movilizar
en una primera instancia. Movilidad y maniobras a realizar para desalojar los misteris. Dispositivos antincendios, su
colocación y funcionamiento… y más detalles a considerar para una determinada situación
de emergencia. En definitiva se trata del establecimiento de un PROTOCOLO de
actuación que ponga en movimiento entidades y personas afectadas (policía,
bomberos, responsables de cofradías, etc.) para poder actuar con una cierta
eficacia. Esto sería un tema de cierta prioridad y sin coste. Cuestión de
estudio y promulgación.
Vehicles estacionats davant la porta principal de Sant Agustí. Foto D. P. |