Desde la distancia
percibo que mi Semana Santa de Tarragona
empieza a moverse. En este blog aparece el comentario acerca de la problemática
surgida por los ensayos en la Parte Alta de la ciudad, sobre cuyo tema me resulta
difícil opinar porque no tengo una comprobación personal de la misma. ¿Es
realmente un grave problema? ¿Se trata de una reacción un tanto desmesurada?
¿Si fuera una actividad de otra índole se darían parecidas quejas? ¿Obedece a una cierta intencionalidad o campaña anti lo
que sea? De todas maneras pienso que en
toda la geografía española se dan situaciones parecidas. En ocasiones, he sido
testigo de algún ensayo en altas horas
nocturnas. ¿Nos estamos poniendo quisquillosos por el hecho de llamar la
atención?
Pero al hilo de los
ensayos quiero comentar una extensa entrevista que me ha llamado la
atención realizada a los dos autores de
un interesante libro “Locos del Costal. Aproximación psicológica al costalero”
de la Editorial Abec. El libro se refiere al entorno del costalero de la Semana
Santa de Córdoba profundizando en los aspectos humanos y psicológicos del
mismo. Dicha lectura me ha proporcionado argumentos para realizar una transposición entre el portant tarraconense y el
costalero andaluz. Evidentemente el espacio geográfico y social es diferente
pero salvando esta distancia tengo la sensación que el aspecto humano desde el
punto de vista psicológico no difiere tanto. Por esto no resisto la tentación de extraer, comentar y resumir tres
aspectos de la citada entrevista:
MOTIVOS QUE MUEVEN A UNA PERSONA PONERSE DEBAJO DE UN PASO
Assaig de portants de l'Oració a l'Hort, 2012 Foto: Grup de Facebook Portants Oració a l'Hort |
1) Admiración y devoción a una imagen y a lo
que representa. Dudo de la existencia de una excesiva similitud con Tarragona
ya que en nuestra ciudad no intuyo, desde mi personal percepción, una excesiva
efervescencia o pasión hacia una
determinada imagen. Aunque surge la duda
de conocer de manera concreta el grado de conocimiento que tiene el portant o costalero de lo
que representa o significa en el sentido
religioso las figuras soportadas por sus
hombros. Sería interesante disponer de una encuesta a pie de calle, mejor
dicho, de paso.
2) Amistad y compañerismo. Esto permite
compartir vivencias y momentos emocionantes con los amigos, constituyendo por
añadidura un importantísimo factor de captación, introducción o incorporación.
Es una atribución muy propia de la sociedad mediterránea no solamente en este
caso concreto sino en otros aspectos de nuestras relaciones humanas (salidas, cafés,
cervecitas, reuniones, viajes, fútbol… con amigos). Tenemos en gran estima y
prioridad este ámbito de nuestra vida. En Tarragona, por ejemplo, el compañero
de la colla castellera suele ser uno de los elementos de captación e incorporación al grupo de portants de una determinada Cofradía.
3) El carisma y poder de atracción de un
capataz.
Su personalidad y conocimiento social influye en dos vertientes: el de
persuasión personal atrayendo a la persona interesada y el circunstancial, de hacer “venir para arriba”
a los portants o costaleros en un
momento dado de de la procesión, sobre
todo en Andalucía en donde las arengas de los mismos constituyen una curiosa y
pintoresca escena de exaltado fervor, de
prosa popular, cariñoso pique personal y un cierto tinte machista. En nuestra
ciudad nos conformamos con un animoso y estoico ¡dalt!
4) Sentimiento de identidad y pertenencia hacia
una Cofradía o Hermandad. También puede haber una cierta convergencia en
ambos sitios con un menor nivel en Tarragona.
Aquí el influjo de la tradición familiar o social es más determinante.
Pero también suele haber la tentación del cambio movido principalmente por el
efecto de los dos puntos anteriores.
Assaig de portants de l'Oració a l'Hort, 2013. Foto: Grup de Facebook Portants Oració a l'Hort |
5) Recompensa externa de admiración tanto en el
entorno más inmediato como en general. No cabe duda que su esfuerzo es motivo de
reconocimiento, además de agradecimiento por quienes están más o menos
involucrados en el desarrollo de la Semana Santa. La idiosincrasia social de
nuestra ciudad quizás no sea tan apasionada hacia las procesiones como en la de
Córdoba pero sí que existe, de alguna manera, un rasgo de admiración hacia el portant que con su esfuerzo da un aire
más vistoso a un determinado paso. Pero en este aspecto se corre peligro de que
este grupo de personas adquiera excesiva
relevancia y dominio propiciando roces con la organización a la cuál pertenecen
y se deben.
6) Motivos
colaterales suelen ser la música de
acompañamiento y los aplausos. En este aspecto, Tarragona, ofrece
menos florituras y liturgia escénica,
pero también existe un cierto purito o competitividad con puntuales momentos de aplausos o
reconocimiento por ejemplo a la llegada en la plaça del Rei sin ser tan
efusivos y jaleados como en Andalucía. Es indudable que el acompañamiento de
una buena banda de música otorga un sello especial al desfile con sones de
marchas procesionales míticas algunas de ellas. En cuanto a la banda de tambores,
cornetas, gaitas dentro de un orden y sensibilidad también es un buen
acompañamiento para un paso llevado a hombros, no tanto si prima el excesivo
protagonismo del bombo aragonés no demasiado acorde y propio de nuestras
latitudes.
CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN COSTALERO
Portants de l'Oració a l'Hort preparant-se per l'assaig, 2013 Foto: Grup de Facebook Portants Oració a l'Hort |
a) Condiciones físicas y técnicas. Se llega a la
conclusión de que no es necesario disponer de una fuerte de complexión física
(“cachas”) para meterse debajo de un paso. Simplemente contar con una buena
situación y resistencia física y mental. Cada persona tiene una determinada
contextura anatómica y esto le permite hacer frente a la energía requerida.
Precisamente los ensayos permiten valorar esta condición colocando a cada uno
según su constitución y posibilidades.
b) Honestidad. El esfuerzo a realizar es una labor de conjunto, de
equipo. Uno tiene que dar lo que puede y no inhibirse en perjuicio de los
otros. Los que se han situado debajo de un paso o saben lo que es soportar un
mayor peso por un desnivel de una calle o un agujero de más o menos en la
correa de un gancho.
c) Buen compañero. Es importante la existencia del denominado vulgarmente como
un “buen rollo” entre los componentes del colectivo de portants. Evidentemente debe resultar difícil ir codo a codo,
durante horas, con otra persona con la que no te sientas a gusto a su lado.
d) Responsabilidad y compromiso. Se refiere
principalmente en el cumplimiento de los ensayos, puntualidad, disciplina en la recepción de las órdenes de un capataz.
No es fácil, actualmente, someterse durante unas cuantas semanas a las
exigencias de la preparación previa mediante los correspondientes ensayos.
Incluso en algunos casos requiere adoptar una cierta autodisciplina personal
para no verse afectado por factores marginales (alcohol, fumar y cuidado
físico).
e) Capacidad de aguante. Se trata de un
esfuerzo continuado, largo y en determinados momentos de dificultades exigiendo
un innegable espíritu de sacrificio. Quizás sea uno de los aspectos más
importantes y menos visibles de cara al exterior.
Assaig de portants de l'Oració a l'Hort, 2012. Foto: Grup de Facebook Portants Oració a l'Hort |
f) Experiencia. Como en otros aspectos de
la vida, constituye un grado. El novato se resiente, precisando consejo y un
mayor voluntad de concentración. Es trascendental cara a la continuidad. Una
mala sensación de entrada puede ser determinante a la hora de tomar una decisión de seguir el próximo año o
dejarlo. Lo normal es la permanencia llegando, en algunos casos, a una edad
avanzada. ¿Puede ser entre los 60 a 65 años?
Estos puntos los
puede suscribir cualquier portant
tarraconense o quienes en un momento han
realizado esta labor. No creo existan demasiada disparidad.
ANTIGUOS Y NUEVOS
En este singular
mundillo de la Semana Santa, ha existido un “antes” y un “después” a partir de
unas circunstancias y un momento en que las Cofradías se encontraron con serias
dificultades para llevar sus pasos a hombros. Por factores que más abajo se explican se pasó de los “profesionales” a
los “hermanos” integrantes de la propia Cofradía. Los primeros eran remunerados
económicamente y con casi inexistentes ensayos y los segundos lo forman
voluntarios con una participación más responsable y proclives a la preparación
previa adecuada y concienzuda. Incluso,
en algunos casos, se encargan del cuidando,
montaje y conservación del paso.
En este aspecto no
creo exista notables diferencias entre un sitio u otro. Aunque en
Tarragona los “antiguos” fueron
desapareciendo paulatinamente en los años cincuenta y solamente tenemos
constancia de su permanencia a través de Reial Germandat de Jesús Natzarè.
¿CUÁLES FUERON LOS FACTORES QUE OCASIONARON EL CITADO CAMBIO?
Pas de Jesús Natzarè. 2013 . Foto DPB |
El aspecto
económico fue el principal detonante al
hacerse insostenible las continuas exigencias remunerativas de los componentes
de los citados “profesionales” ocasionando quebraderos de cabeza en cada Semana
Santa. En Andalucía la opción de un paso a ruedas es considerada como
excepcional y fuera de contexto, por lo tanto hubo que hacer algo nuevo y se recurrió
al llamamiento para conseguir voluntarios de la propia Hermandad. Solo fue
iniciar una Cofradía para luego actuar
el mimetismo.
En nuestra ciudad
las ruedas resultaron, en su momento, la
alternativa obligada por la organización
de la procesión del Santo Entierro para
un mejor desarrollo de la misma. La
citada Germandat Nazarena fue un caso excepcional de perseverancia en el
seguimiento de la tradición de llevar a hombros su paso de La Verónica. Para
los nazarenos los años sesenta y setenta fueron difíciles pasando por sucesivas
dificultades y conflictos con los “profesionales” hasta el momento (años
ochenta) en donde determinados congregantes
de la propia Germandat tomaron la
decisión de cargar con el paso del Nazareno propiciando un significativo
cambio. Esto constituyó un aldabonazo para otras Cofradías pasando de las
ruedas a hombros de voluntarios. Por lo visto ocurrió lo mismo en otras
latitudes.
Intervino otro
factor de carácter sociológico como
consecuencia de la transformación de una sociedad menos clasicista, más
igualitaria con eliminación de prejuicios de ámbito social, en el sentido de no
considerar el trabajo de costalero como algo destinado a la clase menos
pudiente con necesidad de ganar un dinero. A ello se añade el hecho psicológico
de que “nosotros también valemos y podemos hacer este trabajo…”
desmontando algunos mitos desarrollados por los “antiguos” costaleros
respeto a la dificultad y elevado peso del paso.
También surgió el
resurgimiento del sentimiento de todo aquello relacionado con la tradición
notablemente impulsada y seguida entre la juventud (estudiantes y diferentes
organizaciones juveniles religiosas y laicas). En Tarragona la incorporación de
portants voluntarios corre paralela
al desarrollo y crecimiento de la actividad
“castellera”.
Así mismo influyó
la progresiva pérdida de disciplina y respeto de los “profesionales” hacia las
directivas de las Hermandades y Cofradías causando innumerables problemas de
todo tipo.
La incorporación de
la mujer contribuyó de manera decisiva a la recuperación de la Semana Santa en
general. Esto propició
indirectamente o colateralmente
la presencia y participación del marido, novio, hermano, hijo… favoreciendo la
oferta y dedicación de los mismos.