divendres, 3 d’abril del 2020

SEMANA SANTA CONFINADA...



SEMANA SANTA CONFINADA…
…Pero viva en nuestros corazones. Después de hablar de la procesión del Santo Entierro y de las cofradías, ahora toca comentar algo sobre los actos de nuestra Semana Santa. Disponemos de un denso programa. Otra cosa es su interés y repercusión en el entorno social de la ciudad. Se pueden clasificar en: a) Procesiones, b) Presentaciones, c) Religiosidad popular, d) Certámenes i e) Culturales.

a) Procesiones
La del Santo Entierro sigue siendo emblemática aunque, últimamente, está en el candelero por dos cuestiones: 1) Ha perdido expectación. 2) Se debate una reducción de su recorrido soslayando la Rambla. Tema comentado en artículo precedente. Ocasiones habrá para seguir debatiéndolo.

Desde finales del pasado siglo los tradicionales viacrucis callejeros de las cofradías se convirtieron en procesiones con participación de pasos. Se mantienen con atisbos de una cierta tendencia decadente en alguna de ellas.

Breves impresiones a vuela pluma. La del Serrallo está destinada a sus raíces y al público del barrio, pero desubicada en el calendario. A la de Viernes de Pasión le sobra el paso del Santo Sepulcro al ser, precisamente, la celebración de la Virgen de los Dolores. El Santo Sepulcro no encaja y menos cuando todavía nos encontramos a las puertas de la Semana Santa. El Sábado de Pasión es una procesión distinta dadas sus peculiares características, aparte de significar un esfuerzo para captar expectación y afianzarse en el contexto de la parte baja de la ciudad. La de Domingo Ramos peca de un horario inadecuado. Lo natural y lógico sería salir por la mañana desde Sant Joan hasta Les Coques (recogiendo las familias y niños con palmas), regresando a Sant Agustí después del oficio de la Catedral. La de Lunes Santo da la sensación de estar buscando una identidad sin acabar de cuajar. Martes Santo es una procesión con solera, pero arrastra las consecuencias de los problemas internos de la cofradía. Miércoles Santo conserva una aceptable expectación y únicamente le sobra el doble recorrido por la parte lateral de la Rambla. El personal la acoge como un tráiler o resumen del Viernes Santo. La del Sábado Santo adecuada a la función a la cual está destinada. Ganaría bastante con un acompañamiento de Banda de Música.

La recogida de pasos se ha convertido en un acto estrella del Viernes Santo. Juegan a su favor aspectos de horario, plasticidad, recorrido y emotividad. En un par de horas se contemplan casi todos los pasos.  
En definitiva, disponemos de suficientes procesiones para contentar al espectador semanasantero sin demasiadas exigencias. Otra cosa es si cubren las expectativas y son pertinentes. Cabe preguntarnos: ¿Tarragona da para tanto? ¿No estamos “matando” un poco a la principal procesión del Santo Entierro? ¿Sería conveniente una concentración dentro de los días de la Semana Santa? ¿Y en Jueves Santo?

b) Presentaciones
Las presentaciones de opúsculos se han convertido en un acontecimiento en donde concurre un aspecto doméstico dirigido al cofrade o a los interesados en el citado librito y otro social que, en algunos casos, parece un evento de índole mediático con la presencia de personajes públicos o políticos. Huele un poco a otras épocas del nacionalcatolicismo. Deberían tener un carácter más particular e introspectivo dirigido al cofrade y realizado por personas con sentimiento y relación con la Semana Santa.  En ocasiones, hemos visto pasar personajes sin arraigo o vinculación alguna con la entidad organizadora o con nuestra Semana Santa, i alguno, con dudoso comportamiento o principios de creyente.

Preocupa el hecho de pensar si las cofradías dedican demasiados recursos y tiempo en ellos en detrimento de otras cuestiones más prioritarias.

c) Religiosidad popular
Contamos con una buena muestra en los Viacrucis de la tarde del Domingo de Ramos, la noche de Jueves Santo con la ascensión al Llorito y el del Sermó de la Passió de la madrugada de Viernes Santo.  Son manifestaciones en donde prevalece la tradición, la devoción y creencia de los participantes. No hay espectáculo ya que impera la sencillez y la intimidad. Sin datos fehacientes, la impresión es la de que se mantienen dentro de una aceptable participación, cosa meritoria, en los tiempos actuales.

Por otra parte se programan conferencias cuaresmales cuya presencia está en consonancia con el contexto de la práctica religiosa en Catalunya.

Un acto nada multitudinario pero con un cierto poso de reflexión y meditación es el sermón de las “siete palabras” de la ermita de Sant Magi. Como carece de interés mediático, cuenta con una presencia minoritaria.

Quedan los actos litúrgicos de los templos y los oficios de la Catedral cuya asistencia ha dejado de ser la de antaño.  Quizás, en consonancia con la laicidad reinante en los presentes momentos.

d) Certámenes
Los certámenes o encuentros de bandas pueden considerarse como un intento de aglutinar o captar la expectación hacia una concreta corriente musical de nuestra Semana Santa. También de fomentar y recoger la afición juvenil hacia este tipo de formaciones. En ocasiones la presencia de diferentes agrupaciones semanasanteras pone en evidencia la dispar diferencia entre unas y otras. Su finalidad es loable pero sería conveniente realizar un esfuerzo orientado a que nuestras formaciones se ampliaran a una instrumentación más autóctona sin tanto bombo propio de otros lugares.  

e) Culturales
Lo primero a considerar es el hecho de exponer permanentemente el valor patrimonial de nuestros pasos. En estos momentos los tenemos situados y montados en unos determinados lugares físicos, significando un gran avance respeto a los almacenamientos de antaño. No están en un museo propiamente dicho pero son factibles de contemplar y apreciar. Pero se echan de menos medidas orientadas a poner de manifiesto su importancia dentro de la Cuaresma y en el resto del año. Habría que fomentar y organizar circuitos en donde se explicarán sus características particulares y estéticas (autor, tipología de la obra, formato, historia de sus origines y realización, como es llevado, etc.). Tanto de cara al consumidor del exterior como interior. Preocupa un tanto el desconocimiento de las nuevas generaciones respeto a conocer lo que representa la escena de un paso tanto en el aspecto de cultura religiosa como artística.

Finalmente solo queda, en esta Semana Santa tan especial, recordar el viacrucis desarrollado diariamente en los hospitales, protagonizado por enfermos y cuidadores sanitarios extensibles a todas aquellas personas que con su trabajo nos permiten permanecer en nuestras casas atendiendo nuestras necesidades básicas. Una oración de fuerza, ánimo y agradecimiento para todos ellos extensible para todas aquellas personas que, soledad, sufren los actuales acontecimientos.